domingo, 3 de marzo de 2013

¿Azúcar o edulcorante?

La respuesta más conveniente a esta pregunta (¿azúcar o edulcorante?) debería ser “ninguno de lo dos”.
La realidad es que tanto el azúcar blanco como los edulcorantes artificiales se encuentran cada vez más presentes en los productos alimenticios, haciéndose más difícil evitarlos en la alimentación diaria.

Generalmente se hace la elección entre el consumo de uno u otros basándose únicamente en el contenido calórico, pero lo cierto es que no podemos limitarnos a las calorías a la hora de elegir nuestros alimentos de consumo diario.
Por otro lado, las calorías del azúcar blanco se consideran “calorías vacías”, debido a la pérdida de cualquier otro nutriente durante su fabricación y refinado, perdiendo así las vitaminas y minerales. Es por eso que, si la elección del azúcar por parte del consumidor se debe a que se trata de un producto de origen natural (caña de azúcar), debe tenerse en cuenta que por ser un producto refinado, puede traer consecuencias negativas si se consume en exceso.

Algunos problemas que puede traer el consumo exagerado de azúcar:
Además de no aportar nutrientes, el azúcar, para ser metabolizado, precisa de las vitaminas del grupo B, en especial de la vitamina B1. Esta vitamina se ingiere habitualmente en poca cantidad, por eso, si el organismo debe utilizar la cantidad que tiene disponible para metabolizar el azúcar que se ingiere, existirá el riesgo de padecer un déficit de la misma.



También se sabe que el consumo de azúcar se relaciona con las enfermedades cardiovasculares y la obesidad, ya que su ingesta excesiva provoca el exceso y la acumulación de grasa, lo que puede llevar al bloqueo de las arterias y los capilares con el consiguiente riesgo de infartos cardiacos y cerebrales.

Asimismo, puede provocar el desarrollo de la diabetes cuando hay predisposición genética. Tampoco se debe olvidar el efecto desmineralizante y la influencia en las caries que tiene el azúcar, especialmente en niños.


Además de eso: existen estudios que indican que el consumo de azúcar ayuda en el desarrollo de las úlceras de estómago por su efecto irritante de la mucosa gástrica.


¿Es peligroso el consumo de edulcorantes?
El caso de los edulcorantes no es mucho más benéfico que el del azúcar de mesa. Existen varios tipos y sustancias, pero en general, se puede decir que se trata de sustancias artificiales que generalmente contienen pocas calorías y un gran poder edulcorante.



Son sustancias que han sido ampliamente estudiadas para verificar si son inocuas o no. Con los datos obtenidos en estos estudios se determinaron dosis seguras de consumo, que equivalen a una centésima parte de la cantidad que se mostró “sin efectos” negativos para animales. Este valor se llama “ADI” (ingesta diaria aceptable o admisible) que se indica por Kg de peso de la persona. O sea, para un niño será mucho más fácil llegar a ese valor que para un adulto, dado que su peso es menor y el valor de la ADI se multiplica por el peso.



Es decir, si tomáramos como ejemplo una gaseosa de tipo cola Light, que contenga cada 100 mL, 6 mg de sacarina, 32 mg de ciclamato y 12 mg de aspartamo (ADI = 0-2,5 mg/Kg para sacarina, 0-11 mg/Kg para ciclamato, 0-40 mg/Kg/día para aspartamo), una persona de 70 Kg podría superar la ADI de la sacarina bebiendo 3 litros/día (175 mg/día de sacarina), la ADI del ciclamato con sólo 2,5 litros/día (770 mg/día de ciclamato) y del aspartamo con 23 litros/día (2800 mg/día de aspartamo). Beber 3 litros de una gaseosa en un solo día no es imposible. Ahora, si consideramos un bebé de 14 Kg, bebiendo 600 mL estaría superando la ADI de sacarina y ciclamato, así como un niño de 35 Kg la superaría con 1,5 litros.

Otro ejemplo son los zumos artificiales, porque aunque no sean dietéticos, muchos de ellos contienen edulcorantes artificiales que son adicionados para disminuir el volumen de polvo, siendo que el volumen que ocupa un edulcorante artificial es mucho menor que el del azúcar utilizado para endulzar la misma cantidad de un producto. Es por eso que el problema se torna cada vez mayor, debido al uso indiscriminado de diversos edulcorantes en los productos industrializados.

Considerando que el consumo regular de zumos artificiales entre niños es habitual y que el consumo de gaseosas light está aumentando entre ellos, y sumándole a éstos, otros productos que puedan ser consumidos durante el día, se puede observar que en el caso de niños no es tan difícil que se exceda la ADI de algunos edulcorantes artificiales. Aunque la ADI no sea un umbral de toxicidad, sería conveniente evitar superarla, pues todavía es necesario que se realicen más investigaciones, especialmente en lo que respecta a toxicidad crónica. Por lo tanto, es bueno mantener cierta precaución en el consumo de edulcorantes artificiales y aditivos en general, con un cuidado especial cuando se trata de bebés y niños.


Otras alternativas
Una opción más saludable al azúcar blanca es el azúcar negra, que por tratarse de un producto menos refinado conserva aún algunos de minerales y vitaminas del producto inicial. Igualmente, como la diferencia no es muy significativa, tampoco es recomendable abusar de su consumo.



La miel, al contrario, es mucho más rica que el azúcar de mesa en su contenido de minerales y vitaminas, con lo cual es muy recomendable para endulzar bebidas y panes en caso de elegir desayunos dulces, siempre y cuando no haya algún problema de diabetes o sobrepeso.



Están también apareciendo en el mercado de productos naturales las mieles de cereales que se obtienen por fermentación de los granos integrales. Existen mieles de arroz, trigo, cebada y maíz que contienen los nutrientes del grano integral de partida más el enriquecimiento que produce la fermentación. Debido a la riqueza nutricional, el efecto calórico es muy bajo comparado con el del azúcar y contienen todos los elementos necesarios para su metabolismo ya que no se produce ningún tipo de refinado en su elaboración.

Dentro de los edulcorantes, la recomendación sería ir variando su consumo, comprando marcas y productos que contengan en su composición diferentes tipos de edulcorantes, para evitar el exceso de consumo de alguno de ellos. También es importante moderar el consumo de productos light y diet, así como todos los que contengan edulcorantes.

Si fuera posible, lo ideal sería acostumbrarse a consumir los alimentos y bebidas con su sabor original, sin necesidad de agregarles dulces. Por ejemplo, si se tiene la costumbre de tomar el té dulce, se puede ir reduciendo la cantidad de edulcorante o azúcar hasta habituarse a su gusto natural.

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